El desayuno es nuestra comida favorita del día, porque nos gusta empezar la jornada con energía y sobre todo cargando pilas. Así que acompaña a tu café o infusión con este flan de cuajada y queso. Prepáralo la noche anterior y sustituye el sirope de chocolate por mermelada. Y no te olvides de añadir a tu primera comida del día una pieza de fruta o zumo natural.
Para comer y dado el frío que hace, nos hemos decantado por un plato de cuchara bien caliente: unas judías con setas.
Es un plato muy contundente que mejor que dejes preparado también el día de antes para evitar las prisas. Y dado que puede llegar a ser muy pesado, nuestra sugerencia es que lo hagas plato único o de segundo optes por algo ligero como una merluza al horno con almejas.
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Finaliza esta comida con una rodaja de piña o una ración de piña a la naranja, súper digestivo.
Y rematamos el día atreviéndonos también con la cena. Nada mejor que otro plato calentito para entonar el cuerpo tras una jornada larga. Empieza por un puré de marisco seguido de un par de porciones de conejo estofado, muy sabroso, al que deberemos acompañar de un pedacito de pan integral.
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Y de postre, un yogur natural con miel y nueces y/o una infusión bien caliente.
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