Salsas y cócteles

Mantequilla clarificada

  1. En primer lugar, introduce la mantequilla sólida en un recipiente y deja que cuezca al baño maría, a fuego lento. No remuevas este ingrediente ni aceleres el proceso, simplemente deja que se derrita.
  2. Cuando esté completamente derretida (evitando que hierva), se habrá formado por la parte superior una capa de espuma. Apártala del fuego y retira la espuma con mucho cuidado con ayuda de una espumadera o una cuchara. Así eliminarás la grasa.
  3. Ahora te desprenderás de la mayor parte de la lactosa posible. Lo puedes hacer de dos formas:
    1. Colando la mantequilla líquida en un filtro de papel. En el filtro se quedará una película blanca, que es la lactosa.
    2. O puedes hacerlo sin ayuda del filtro, te llevará más tiempo pero el resultado será similar. Para hacerlo de esta manera, tendrás que volcar la mantequilla en otro recipiente, muy lenta y cuidadosamente. La idea es que en el fondo del recipiente que estás vaciando se quede una liquidillo blanco, que es la lactosa.

Y tras estos pasos, tu mantequilla ya estará clarificada, consérvala en la nevera y utilízala para preparar cualquier plato y freir cualquier alimento.

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